Cultura
Organizacional y sus elementos
La
cultura organizacional es la unión de normas, hábitos y valores que de una
forma u otra, son compartidos por las personas y/o grupos que dan forma a una
institución, y que a su vez son capaces de controlar la forma en la que
interactúan con el propio entorno y entre ellos mismos. Es decir, el
comportamiento de la empresa dependerá de la forma en la que se apliquen unas
normas u otras por parte de sus integrantes.
Mucho,
dentro de una empresa es tremendamente útil para poder detectar problemas y
encontrar una solución lo antes posible. Con ella se pueden formar grupos de
trabajo con aptitudes similares con el fin de ofrecer un rendimiento mucho más
productivo.
Además,
tenerla bien definida nos permite integrar y pulir al personal nuevo para que
vaya adquiriendo los objetivos que persigue nuestro negocio. O si nos
encontramos en fase de contratación, nos ayudará a encontrar el perfil que más
se adapta a nuestros requisitos.[1]
Para
el estudio de la cultura organizacional es necesario medir los aspectos
esenciales, pero no visibles, constituidos por las, valores, creencias,
percepciones básicas, que se concretan en las manifestaciones en las organizaciones
a través de procedimientos; organigramas; tecnología; información; ritos;
conductas; hábitos; comportamientos; forma de expresión oral, gestual, escrita;
clima; velocidad; cohesión grupal; motivación; así como: logotipo; formas de
vestir; edificios; limpieza; organización. Unas son de más fácil medición al
igual que el instrumento a utilizar con este fin, no siendo así en aquellas que
están relacionadas con el aspecto socio psicológico a nivel individual y
grupal.
Elementos de la cultura
organizacional:
·
Innovación y
aceptación del riesgo.
Grado en
que se estimula a los empleados para que sean innovadores y corran riesgos.
·
Atención al detalle.
·
Orientación
a los resultados.
Grado en
que la administración se centra en los resultados o eventos, en lugar de las
técnicas y procesos usados para lograrlos.
·
Orientación
a la gente.
Grado en que las decisiones de la dirección
cuenta el efecto de los resultados sobre las personas de la organización.
·
Orientación
a los equipos.
Grado en
que las actividades del trabajo organizadas por equipos en lugar de individuos.
·
Agresividad.
Grado en
que las personas son agresivas y competitivas en lugar de buscar lo fácil.
·
Estabilidad.
Grado en
que las actividades organizacionales hacen mantener el status quo en contraste
con el crecimiento.
Cada
vez tiene más popularidad la idea de diferenciar entre culturas fuertes y
débiles. El argumento es que las culturas fuertes tienen mayor
impacto en el comportamiento del empleado y se relacionan más directamente con
la menor rotación. En una cultura
fuerte los valores nucleares de la organización se comparten intensidad y en forma extensa.
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